La palabra anarquía
deriva del prefijo griego αν
(an)
=
"no"
y la
raíz del verbo αρχω
(arkho)
= "jefe"
La
Anarquía no es caos, es una sensible, eficaz, natural y accesible forma de organización
que la practicamos todos los seres vivos: de igual a igual, basada en la
comunicación y la cooperación mutua. Es una forma de sociedad en la
cual las personas conviven sin que ninguno pueda oprimir y explotar a
los otros. Se nutre de la libertad, de la creatividad y la
construcción. Enseña la autogestión, hacer sin depender, y aspira a que las herramientas,
conocimientos y alimentos del mundo estén a disposición de todos y todas.
Las
sociedades anárquicas existimos, cultivamos, trabajamos, nos
reproducimos, nos relacionamos sin autoridad ni jerarquías. No tomamos decisiones por encima de los demás, ni
siquiera necesitamos llamarnos anarquistas, porque las palabras son
de la mente, y relacionarse así es incuantificable, para cada
uno es diferente, inmedible; es un deseo de cambio, una
transformación cotidiana que se expande, un instinto que nace en el cuerpo y vive en la acción
Los "extravíos" teórico-ideológicos del pensamiento
ácrata contemporáneo - Gustavo
Rodríguez
Anarquía: Método y moral - Alfredo Vallota
Anarquismo y Consejismo - Frank Mintz
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Breve guia práctica del anarquismo - Méndez y Vallota
Cuestiones de organización: 31 tesis insurreccionalistas
Crítica bakuninista del marxismo como ideología de clase de la inteligencia proletaria - Luciano pellicani
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Durruti
- Alfredo Vallota
El Asalto Oculto a las Instituciones - Bob Black
El cuento de la antropología marxista - Pierre Clastres
El placer armado - Alfredo M. Bonnano
Estado, Guerra y Anarquía - Enrico Voccia
Hacia un nuevo anarquismo - Andrej Grubacic
Mayo 68: A cuarenta años de aquel mayo - Daniel Barret
Moviendo Contra-y-más-allá o Revolución Intersticial (+ 4 textos más) - John Holloway
Necesidades de Utopías - Alfredo Vallota
La abolición del trabajo - Bob Black
La Arquitectonalidad del Psicogeografiquismo o Los Jeroglíficos de la Deriva - Hakim Bey
La ciudad anárquica - Colin Ward
La realidad material del anti-poder - John Holloway
Las prisiones - Pedro Kropotkin
La pulverización del marxismo-leninismo - Cornelius Castoriadis
Los sediciosos despertares de la anarquía - Daniel Barret
Ser No-violento - Alfredo Vallota
Sobre Herbert Read - Nelson Méndez
Socialismo libertario - Alfredo Vallota
Socialismo libertario: Una propuesta para el Siglo XXI - Mendez y Vallota
Utopía colectiva y autonomía individual: La perspectiva anarquista de la autogestión - Mendez y Vallota
Utopistas - Alfredo Vallota
Vuelve el anarquismo - Domingo A. Rangel
Zuecos o Plataformas. Sobre la Plataforma Organizacional de los Comunistas Libertarios- Bob Black
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¿Qué
es la Propiedad?
- El derecho romano definía la propiedad como el derecho de usar y abusar las cosas en cuanto lo autorice la razón del propietario. Osea que éste es dueño de dejar podrir los frutos de "su" árbol, de sembrar sal en su campo, de matar "sus" vacas cuando y como quiera, de convertir una viña en un desierto y de transformar una huerta en parque.
- Según la Declaración de los derechos del hombre, publicada en la Constitución de 1793, la propiedad es "el derecho que tiene todo hombre de disfrutar y disponer a su voluntad de sus bienes, de sus rentas, del fruto de su trabajo y de su industria".
- El Código de Napoleón, en su art. 544 consigna que "la propiedad es el derecho de disfrutar y disponer de las cosas de la manera más absoluta, en tanto no se haga de ellas un uso prohibido por las leyes y los reglamentos".
Las
dos definiciones reproducen la del derecho romano: todas reconocen al
propietario un derecho absoluto sobre las cosas; y en cuanto a la restricción
determinada por el Código, al decir "en tanto que no se haga de ellas un
uso prohibido por las leyes y los reglamentos", tiene como objetivo, no
limitar la propiedad, sino impedir que el dominio de un propietario sea el
dominio de los demás (público o comunal): es una confirmación del principio, no
una limitación.
El humano no es dueño de sí mismo; tiene
potencias, virtudes, capacidades que le han sido dadas por la Naturaleza
para vivir, aprender, amar; pero no tiene sobre ellas un dominio absoluto, no
es mas que un usufructuario; y no puede gozar de este usufructo sino
conformándose a las prescripciones de la Naturaleza...
¿cómo pretender apropiarse de los que está fuera de él? ¡Que utilice las cosas
de la Naturaleza,
ya que vive con la condición de utilizarlas: pero debe renunciar a sus pretensiones
de propietario, recordando que este sustantivo sólo le es atribuido por
metáfora!
La
multiplicación del género humano hizo necesaria la agricultura; la necesidad de
asegurar al cultivador los frutos de su trabajo exigió la propiedad permanente
y leyes para protegerla. Así, a la propiedad debemos la creación del Estado
civil.
Sin
el lazo de propiedad no habría sido posible someter a los humanos al uso de la
ley, y sin la propiedad permanente la tierra seguiría siendo un inmenso bosque.
El Estado civil primero fué despotismo, luego monarquía, después aristocracia,
hoy democracia y siempre tiranía.
En
efecto, la ley, ha creado un derecho por encima de sus atribuciones; ha dado
forma a una abstracción, a una metáfora, a una ficción; y todo esto sin
dignarse a prever las consecuencias, sin ocuparse de sus inconvenientes, sin
investigar si obraba bien o mal; ha amparado monstruosas pretensiones. Ley
ciega, ley del humano ignorante, ley rehabilitada, rejuvenecida, restauradora,
reforzada, como la salvaguardia de las sociedades es la que ha cegado la
conciencia de los pueblos, oscurecido la razón de los sabios y originado todas
las catástrofes de las naciones.
La
autoridad del género humano afirmando el derecho de propiedad es nula, porque
este derecho, cuyo origen fué la igualdad, está en contradicción con su
principio.
La ocupación no sólo conduce a la igualdad, sino
que impide la propiedad. Porque, si todo humano tiene derecho de ocupación,
obtiene un espacio del cual trabajar y alimentarse, y si, por otra parte, el
número de ocupantes varía continuamente por los nacimientos y defunciones, la
ocupación está siempre subordinada a la población, y finalmente, que no
pudiendo, en derecho, ser fija la posesión, es imposible que llegue de hecho a
convertirse en propiedad.
EL
DERECHO DE OCUPACIÓN ES IGUAL PARA TODOS
Todo ocupantes es, necesariamente, poseedor o
usufructuario, calidad que excluye la de propietario. El derecho del
usufructuario supone: ser responsable de la cosa que le fué confiada; debe usar
de ella conforme a la utilidad general, atendiendo a su conservación y a su
desarrollo; transformar el terreno en la medida que siempre predomine la Naturaleza;
no repartir el usufructo de manera que otro la explote mientras él recoge el
producto, el usufructuario está bajo la inspección de la sociedad y sometido a
la condición de trabajo, a la igualdad.
En
este concepto queda destruida la definición romana de la propiedad: derecho de
usar y abusar.
e s p a c i
o e s l i b e r a c i ó n
El
campo que cultivo puedo poseerlo: a título de primer ocupante, a título de trabajador, en
virtud del contrato social que me lo asignó como partícipe (consentimiento comunal).
La tierra puede ser habitada en
equilibrio al dárle más vida, interviniendo sin interferir, construyendo
espacios con elementos de la
Naturaleza, organizándose entre los
habitantes sin dependencias y de manera horizontal.
Las
tierras laborales debieran ser incluidas entre las riquezas naturales porque no
son creación humana, y ya que la
Naturaleza las cede
"gratuitamente" no deberían convertirse en una riqueza social, cuyo
uso ha de pagarse (prohibirse).
El
creador de la Tierra
no la vende, la regala, y, al donarla no hace expresión nominal de los
favorecidos. ¿Cómo es que pasa que, entre todos sus hijos, unos son
considerados legítimos y otros usurpadores?
La
apropiación del más sólido de los elementos (la TIERRA)
no ha podido realizarse sin la de los otros tres (el AGUA, el AIRE, el FUEGO), puesto
que según el derecho francés, romano y el actual régimen Capitalista, la
propiedad del suelo implica la de lo que está encima y debajo de él.
El
trabajo no tiene por sí ninguna facultad de apropiación sobre las cosas de la Naturaleza.
Existen
en este mundo grandes extensiones de tierras que no han sido convertidas en
propiedades individuales. Estas tierras formadas en gran parte por bosques,
pertenecen a la masa de la población y a los demás seres vivientes, aún así, el
gobierno se las apropia sin oposición y las vende sin importar
desnaturalizarlas.
Adaptación del Libro:
“¿Qué es la Propiedad? o una
investigación acerca del principio del derecho y del gobierno”
Escrito por Pierre-Joseph Proudhon
É X O D O U R B A N O . . . o t r
o c a m i n o h a c i a l a
r e v o l u c i ó n !
Cada familia al ser partícipe del derecho
de ocupar un terreno, cultivarlo, cuidarlo, construir su hogar con los
materiales de la zona; es libre, y empieza a elegir la dependencia hacia la
comodidad del dinero que quiere.
Cada individuo puede interactuar como quiera con el
sistema capitalista, siempre y cuando siga el camino evolutivo de su
independencia: realizando trueques (intercambio de necesidades), aprendiendo y
enseñando oficios, abriendo talleres comunales, compartiendo la sabiduría, las
semillas y las herramientas. Viviendo y dejando vivir. Esto es un proyecto
paralelo al sistema, que no lo opone directamente, sino que lo evade, lo supera
y lo transforma desde la vida cotidiana: por eso es altamente realizable,
positivo y constructivo.
A partir del ejemplo real la gente se suma a la
revolución, para que la acción sea comunal, primero debe ser personal. El
cambio empieza de adentro hacia afuera.
