Agricultura Natural



CULTIVO NATURAL
El Cultivo Natural es mucho más que una simple revolución en las técnicas agrícolas. Es la fundación práctica de un movimiento espiritual, de una revolución para cambiar la forma de vivir de los Seres Humanos. Es una filosofía para trabajar juntos con la naturaleza y no en contra, de observar prolongadamente y atentamente en lugar de trabajar mucho y descuidadamente, de considerar las plantas y los animales en todas sus funciones en lugar de tratar a los elementos como sistemas de un solo producto.

El cultivo natural fue el más simple y también el más grandioso de todos los trabajos permitidos al humano. No hubo nada más que él tuviera que hacer y nada más que hubiera hecho.
Los verdaderos gozos y deleites del humano eran un éxtasis natural, que hoy en día se desvanecen en manos de la Ciencia. Un medio ambiente no puede existir fuera de la Naturaleza y, así, la Agricultura debería ser el fundamento para vivir. El retorno de todas las gentes al campo, para cultivar la Tierra y crear aldeas de personas verdaderas, es el camino a seguir para la creación de sociedades ideales. 

La Ciencia (y el Capitalismo, a través de fertilizantes, pesticidas y maquinaria agrícola) no pueden producir provechos sin inconvenientes. Es totalmente dependiente, artificial y mentirosa; enferma al planeta, le extrae cantidades inmensas de energía desperdiciada en fabricar cosas inútiles, innecesarias, y antinaturales.

El cultivo con el aporte del trabajo de animales ayuda quizá a satisfacer ciertos caprichos y deseos, pero incrementa mucho el trabajo humano. Realmente lo pone al servicio del ganado, sin contar los grandes insumos de alimentos que necesitan, siendo el sobrepastoreo una de las mayores causas de empobrecimiento del suelo.
El cultivo mecanizado es aún peor. En vez de reducir el trabajo del granjero, la mecanización le hace esclavo de su equipamiento y del medio a conseguirlo (dinero). El arado daña la tierra al separarla, dependiendo así de fertilizantes químicos; es un circulo vicioso.
El humano razona por comparación, y ve todo superficilamente, no se da cuenta que él crea la disminuida productividad de la tierra, y al expandir la mecanización, los granjeros, que huyen del campo en busca de "nuevos" trabajos, lo que hacen es alimentar esta industria de máquinas que lo extirpan de su naturaleza. Enriqueciendo a muy pocos y empobreciendo al mundo. Contaminándolo.

El humano nunca comprenderá por completo las conexiones orgánicas entre todos los nutrientes que desarrollan una simple cosecha.

La Agricultura científica cree que aplicando investigación especializada a una parte del total, podrán hacerse mejoras parciales que se traducirían en mejoras globales de ese total. Pero, definitivamente, la Naturaleza no puede ser captada separadamente. El humano ha estado tan absorto en su persecución de partes que ha abandonado su búsqueda por la verdad del total. O quizás, inevitablemente, sus intentos por conocer las partes le han hecho perder de vista el conjunto. El conocimiento humano, siendo como es limitado e imperfecto, no puede esperar ganar la partida a la completa y súper perfecta sabiduría de la Naturaleza. Por consiguiente, todos los esfuerzos por aumentar la productividad fundados en el conocimiento humano, pueden gozar sólo de éxitos limitados.
El ser humano derrocha inmensas cantidades de alimentos todos los días, la Naturaleza es y regala abundancia.
ALIMENTACIÓN
La Agricultura surgió de la necesidad humana de alimentarse. Los métodos de cultivo han tenido que ir adaptándose constantemente a los cambios habidos en la dieta humana. Pero si la dieta no es básicamente sana y no está bien fundamentada, la Agricultura tampoco será normal.
El Humano primitivo se alimentaba con lo que podía encontrar a su alrededor: vegetación, peces y crustáceos, aves y otros animales; cada cosa servía para un propósito, nada era inútil. La mayoría de los productos naturales servían de alimento y como medicinas. Sin duda, había entonces comida más que suficiente para alimentar a toda la población humana del Planeta.
La Tierra producía con abundancia y había suficiente comida para satisfacer a cada persona siempre que quisiera. Si no hubiera sido así, el Humano no había surgido sobre la faz de La Tierra. Los más pequeños insectos y aves pueden aprovisionar comida más que suficiente para cubrir sus necesidades sin tener que cultivar ni cuidar nada por sí mismos. ¡Qué extraño resulta, que sólo el Humano se lamente por falta de comida y que fallezca por un desequilibrio en la dieta! ¿Por qué, bajo circunstancias en las que los organismos más "inferiores" viven perfectamente bien, sólo el Humano ha de preocuparse por la dieta y se ve forzado a desarrollar y "mejorar" la producción de alimentos?

El origen de la enfermedad apareció cuando el humano se alejó de la naturaleza.

Los animales nacen con una habilidad instintiva para distinguir lo que pueden comer o lo que no deben comer y son capaces, así, de aprovechar totalmente los almacenes que, siempre llenos, pone la Naturaleza a su disposición. En el Humano, sin embargo, la etapa de infancia, durante la cual el niño se alimenta instintivamente, es corta. Una vez que se ha familiarizado con su entorno, hace juicios o prejuicios y come selectivamente de acuerdo con impulsos y caprichos. El humano es un animal que come más con su cabeza que con su boca.
Científicamente, caracterizamos a los alimentos como dulces, agrios, amargos, salados, picantes, sabrosos, insípidos, nutritivos o no nutritivos. Pero lo dulce no es siempre dulce, ni algo sabroso es siempre sabroso. El sentido del gusto en el Humano y su valoración cambia constantemente con el tiempo y las circunstancias.
Cuando estamos saciados, el alimento más delicioso es intragable y cuando estemos hambrientos, la comida menos apetecible nos parecerá deliciosa. Nada le sabe bien a una persona enferma y nada resulta nutritivo para quien no tiene salud. Despreocupado de si el saber está asociado a la comida propiamente dicha o al paladar de la persona que la come, el Humano ha decidido producir los alimentos por sus propias manos. Al establecer diferencias en los alimentos, clasificándoles en dulces o agrios, amargos o picantes, sabrosos o desagradables, ha ido en pos de sabores que gustan al paladar dejando a su fantasía que tome lo mejor de ellos. Esto ha derivado en una dieta desequilibrada y deficiente, al ir seleccionando los alimentos que gustan al paladar, el Humano ha perdido también la inteligencia nativa de alimentarse de aquello que realmente necesita.
El alimento que los animales comen, por instinto, constituye una dieta completa, pero el Humano, con su dependencia al conocimiento discriminativo, ha perdido la visión de una alimentación completa.
El Humano, al trabajar en la corrección de su dieta desequilibrada, estudia y analiza la materia alimenticia y dice que esto es un nutriente y aquello una caloría, esto parece acercarle a su meta pero el único resultado de sus esfuerzos es la fragmentación dietética, agravando así el problema.
Podemos decir, con toda seguridad, que el Humano primitivo comía, condicionado intuitivamente, una dieta completa. La Ciencia moderna ha hecho el descubrimiento de una variedad más sofisticada, pero más imperfecta: la gente de hoy está deslumbrada y encantada por las comidas rápidas, en consecuencia, la comida ha perdido su entidad como alimento verdadero y se ha convertido sólo en confección industrial. Como el cultivo.

Alimentarse de acuerdo con las estaciones del año: el alimento que granjeros y pescadores han recogido localmente durante miles de años es un ejemplo espléndido de dieta natural. (Es posible realizar una dieta con forma de mandala donde estén enlistados los alimentos según los meses y sus cosechas)

La materia y el espíritu son una misma y única cosa. La materia tiene muchos aspectos, tales como color, forma y calidad, cada uno de los cuales afecta al espíritu de muchas maneras.
Entre los principales aspectos de la materia están el color y el sabor. La gente de hoy se ha desentendido de sus instintos y por qué ya no intenta cosechar y comer lo que siembra, por qué sus ojos, oídos y su boca ya no funcionan como deberían.
El instinto no investiga al instinto, la sabiduría es innata. Aunque el Humano primitivo cosechase su alimento sin discriminación, de forma natural, sus instintos estarían intactos y, así, comería adecuadamente, en consonancia con las leyes naturales; cada cosa integrante de su comida sería deliciosa, nutritiva y terapéutica.
El gusto (como sensación) y la nutrición (como acción), no deberían ir separados. Lo que es nutritivo y bueno para el cuerpo humano debería estimular el nuestro apetito en consonancia con nosotros mismos y servir como alimento delicioso. El sabor y la nutrición deben formar una sola unidad.

El regreso al cultivo...
La falta de coherencia en este mundo y el diluvio de campañas desordenadas dan fe de una cosa: que cada cual ama no a la Naturaleza sino a sí mismo. El pintor que traza un boceto de montañas y ríos parece amar a la Naturaleza pero su real amor es el pintarla. El granjero que labra la tierra, simplemente ama el pensamiento de verse a si mismo trabajando en los campos. El científico y el administrador agrícola creen amar a la Naturaleza, pero lo único que realmente ama el primero es el estudio de la Naturaleza, y el otro disfruta estudiando y dictando juicios sobre los granjeros en el trabajo. El Humano ha vislumbrado a penas una minúscula porción de la Naturaleza. Las gentes sólo piensan que han comprendido su esencia verdadera; sólo piensan que aman a la Naturaleza.


Para amar a la Naturaleza no se necesitan "métodos". La única ruta hacia la Naturaleza es la no-acción. El único método es el no-método absoluto. Todo lo que uno debe hacer es no-hacer-nada. Los medios se aclaran por sí solos y la meta se alcanzará de una manera absurdamente fácil.


Dudando del grado de resolución de aquellos que profesan la sabiduría para retornar a la Naturaleza, ¿están verdaderamente atraídos por los cultivos?, ¿Aman, de verdad, a la Naturaleza?. Si sentís un amor genuino por la Naturaleza y querés retornar a la vida de granja, el camino se abrirá con gran facilidad. Pero si tu amor por la Naturaleza es superficial y lo que pretendes es, simplemente, utilizar el trabajo de granja sólo para tus propósitos, el camino se cerrará ante tus pies; el retorno a la Naturaleza será difícil por no decir imposible.


El primer obstáculo que bloquea el regreso hacia el campo es la gente; la gente está dentro de vos mismo.
El segundo obstáculo que bloquea el retorno de la gente al campo es la disponibilidad de terrenos para cultivar.


Confiando totalmente en el Cultivo Natural, todo lo que haría falta para mantener una granja trabajada por una familia de varios miembros, es disponer de un "cuarto de acre" (1.000 metros cuadrados, osea un terreno de 20m x 50m, un cuarto de “manzana” de ciudad). En este espacio de terreno se puede construir una casita (que utilizando los materiales del lugar, como adobe, paja y madera por ejemplo, no es necesario el dinero como iniciador), cultivar cereales y hortalizas, alimentar a varias gallinas y una colmena de abejas.


Si cada persona fuera capaz de contentarse con la vida que puede llevar un granjero, entonces no sería difícil alcanzar esa meta. Las personas, apretadas por las manias de las leyes del Estado, y por los precios estratosféricos del terreno, ven, como una nebulosa esperanza, la posibilidad de tener un campo, pero, enrealidad, hay terreno de sobra.


Nadie conoce más acerca de los terrenos, que el que los cultiva y los trabaja. Si se hubieran dejado las cosas en sus manos, no había necesidad de esas leyes, que sólo desintegran y funcionan a un mínimo grupo de personas que viven completamente aislados de la Naturaleza. Cuando la gente puede vivir sin necesidad de una ley, lo mejor es que esa ley no exista, provocando una relación horizontal entre todxs.
 
Un camino de salvación para el error original del humano primitivo que comió la fruta del árbol del conocimiento es crear un Jardín de Edén de naturaleza sin hacer nada, en otras palabras: una huerta natural autosustentable.


Resúmen y adapataciones del libro:
"La Senda natural del Cultivo”
Escritos por Masanobu Fukuoka

VIDA
La vida sobre La Tierra es una historia de nacimiento y muerte de los organismos individuales, una historia cíclica de la ascensión y la caída, de florecimiento y decadencia de comunidades. Toda la materia se comporta de acuerdo con sentar Principios, del Universo cósmico, al mundo de los microorganismos, o del más lejano orbe de moléculas y átomos que forman la materia viviente y no viviente. Todas las cosas están en constante flujo, al tiempo que conservan un orden fijado; todas las cosas se mueven en un ciclo recurrente unificado por alguna fuerza básica que emana de una fuente única.
Si hubiéramos de dar nombre a esa Ley Fundamental, la llamaríamos "Ley Dhármica que retoma todas las cosas a una". Todas las cosas se funden en un ciclo que revierte a un punto y el punto a la nada.
Mientras el Cultivo Natural se apoye en esta única "ley" tendrá garantizada la verdad y poseerá vida eterna. Porque, aunque las Leyes del Cultivo Científico puedan ser útiles para examinar el estado en que están las plantas, no pueden usarse para desarrollar mejores técnicas de cultivo.

La superficie del terreno está habitada por todas las clases y formas de organismos. Divididos en animales, plantas y microorganismos, difieren unos de otros pero están unidos en una comunidad singular de interrelaciones orgánicas. El humano caracteriza estas interrelaciones o bien como lucha competitiva por la dominancia y la supervivencia, o bien como cooperación y beneficio mutuo. Sin embargo, desde una perspectiva absoluta, no hay competición ni cooperación sino unidad e igualdad.
Todas las "cosas" vivientes pertenecen a una cadena alimenticia interminable. Todos viven porque se alimentan de algo y mueren a manos de algo, también. Ese es el orden conveniente de la Naturaleza. La materia y energía, en la superficie del terreno, también están sometidas a un flujo constante, pasando por ciclos continuos sin nacimiento ni muerte. Así, básicamente, se relaciona el Universo.

La Naturaleza es un todo orgánico viviente que no puede ser dividido y subdividido, cuando el estudio se hace fragmentario y especializado, la unidad de la Naturaleza se pierde irremisiblemente. El humano nunca entenderá o conocerá el Universo, sólo crea ficciones relacionadas (intelecto) para alimentar su ego. La Naturaleza y el origen de la creación son incomprensibles, esa es su verdadera belleza.

Lo grande finalmente se vuelve pequeño, y lo pequeño termina volviéndose grande. Cuando contemplamos un enorme macrocosmos, éste se vuelve un microcosmos, y dentro de lo que vemos como un microcosmos, un macrocosmos se despliega. La gente no ha visto ni lo grande ni lo pequeño. El mundo del conocimiento humano distingue grande y pequeño, muchos y pocos, Ying y Yang, pero visto con los ojos de la Naturaleza, estas diferencias no existen. Siempre hay cambio y no cambio. Todo se mueve y está quieto, e invariablemente retornan a lo original.

ORIGEN
¿qué es Dios?
creador del universo infinito
pero eso no explica qué es dios
incluso si decimos "el creador", no sabemos quién es:
EXISTE, no hay palabras para expresar a Dios,
el nombre de dios se perdió
todos estamos siempre viendo a dios,
es evidente en todas partes
la Naturaleza es Dios.

Las palabras parecen ser un atajo concreto para acercarse a Dios, pero en realidad sólo sirven para esconder a Dios en las nubes, fuera del alcance. Decir que Dios es pasto y árboles implica que las plantas y dios son dos. Significa que algo llamado Dios se ha infiltrado en las plantas que se denominan pasto y árboles, las cuales no serían nada más que el alojamiento temporario de dios. Naturalmente la gente se preguntará qué es lo que se aloja profundamente dentro del pasto y los árboles. Algunos lo llamarán alma o mente, otros lo verán como vida. Algunos pueden especular que dios es un espíritu que vive en los pastos y árboles. No hay manera de determinar realmente qué es. No es nada más que una abstracción creada por la imaginación de la gente.
El esfuerzo de explicar a Dios es lo mismo que darle la espalda. Dios siempre y en cada lugar se revela claramente en una forma y apariencia, a las cuales el humano ya le ha dado un nombre en particular.
Los seres humanos, quienes son hijos de la madre naturaleza, no pueden ver la forma de su madre. Si los seres humanos no se conocen a sí mismos, tampoco pueden conocer al otro. Sino la conoce, no sabe de quien es hijo. Debido a que la gente no sabe quién los creó ("el creador"), no sabe de quien son hijos, por ello, no pueden saber por qué existen en este mundo o cuál es el sentido de su existencia.

La Naturaleza lo sabe todo y no dice una palabra.
El humano no puede saber nada y habla de todo.

Todos los dioses ya conocidos son este Dios, la Naturaleza, esto no implica una nueva religión y un nuevo Dios que reemplaza al Dios del pasado. Originalmente la Tierra debe haber sido un "Jardín del Eden": habría vegetación por todas partes, alimentos en abundancia, armonía y espacios para todos.
Un camino hacia la felicidad es crear este jardín, que en otras palabras sería:

vivir una vida que predomine la naturaleza,
trabajando con ella en cultivos naturales y autosuficientes,
interviniendo sin interferir,
siendo todos uno.

UNIDAD
No hay ni bueno ni malo entre las formas de vida de la TIERRA. Cada uno tiene su papel; es necesario y tiene el mismo valor.
En la naturaleza no existe la visión discriminatoria. Los seres vivientes de la Tierra están simplemente viviendo en un determinado lugar en un momento establecido.
No hay conceptos de espacio y tiempo como los que la gente tiene, de manera que no hay diferenciación o discriminación. No hay objeto con el cuál luchar. Con desapego y sin deseo, otros seres vivientes no acaparan ni roban nada, no hay lucha o guerra entre facciones. La comida es abundante.
En la naturaleza no hay distinciones entre rico y pobre, sabio o tonto, y no hay temor al poder. En esta organización no hay sentido de superioridad o de inferioridad, no hay necesidad de palabras floridas como prosperidad, cooperación mutua, paz o libertad.

Decir que la supervivencia del más apto es parte de la naturaleza, es sólo la severa lógica egoísta de los seres humanos, que discriminan entre sí y otros y que quieren poseer la naturaleza. La visión de superioridad e inferioridad que decide que los organismos de una célula son inferiores y las formas de vida más complejas son superiores, es una tontería. La cucaracha puede tener mayores posibilidades de sobrevivir que un gorila.

todos los seres vivientes son una forma de vida continua
todas las cosas son un cuerpo unificado

Cuando uno se divide en dos y estos dos se colocan en oposición uno con otro, por necesidad una fuerza trabaja para que los dos retornen al uno original. Esta fuerza restauradora es el origen de la contradicción.
Cuando se distinguió al hombre de la mujer, la fuerza restauradora que trata de volver a unirlos al uno original se llama amor, pero en mutua discordia el amor necesariamente acompaña al odio. son dos caras de la misma moneda y nacen al mismo tiempo. Cuando se busca la libertad, la igualdad se destruye, y crear gente rica significa crear gente pobre. Cuanto más uno se esfuerce en resolver las contradicciones, más se expanden e intensifican.
Todas las cosas de este mundo surgieron de las mismas partículas elementales comunes, todos los seres vivientes poseen genes comunes, y están ligados en su base, por lo tanto comparten el mismo destino.

FELICIDAD
En todas las edades, la verdadera y más grande alegría se describe como momentos de paz, amor y libertad.

El hombre y la mujer deben volver a la naturaleza; cuando se distancian de ella y caminan solos, su fuente de vida y de alegría se seca y lo único que construye es la autodestrucción. Pero la felicidad no es algo que se pueda buscar y encontrar fuera de si mismo; no hay otra forma de que no sea vivir sinceramente, entrando en la voluntad de lo que creó Todo, y esforzándose por comprender la verdad absoluta. Esto significa participación en el trabajo de Dios, que es la naturaleza.
Desde que el humano comió la fruta del árbol del conocimiento quedó insatisfecho con la voluntad de Dios (naturaleza), comenzó a buscar la felicidad perfecta, y dejó el paraíso terrenal para errar en estado de confusión por el mundo, hasta lo que es hoy en día.
La alegría y la felicidad de este mundo, así como la verdad, la bondad, y la belleza, no se encuentran donde la gente las busca: artificios perfeccionados que imitan la naturaleza. La salud física, la libertad de espíritu y la gratificación material que el humano ha deseado, estuvieron siempre en la palma de la mano.
Sin haberse dado cuenta de eso, se ha enorgullecido del conocimiento humano y separado de la naturaleza (ser hijo de Dios).
Como resultado perdió la visión de todas las cosas al perseguir ilusiones locamente.
De asuntos falsos sólo podemos obtener falsa alegría.
El conocimiento humano se desarrolló porque las personas se separaron de Dios y se perdió la sabiduría la naturaleza (como la medicina por ejemplo), y tuvo que vivir conforme a su propia inteligencia. La tragedia del humano y de la Tierra comenzó cuando el conocimiento discriminatorio separó a Dios y al humano, conviertiendosé en oponente de la naturaleza.
Un acto estúpido como lastimar a nuestra madre mientras estamos aún en el vientre sería totalmente suicida.
El humano con su conocimiento no crea algo de la nada. Lo máximo que puede hacer es cambiar las formas y destruirlas. La muerte del suelo y del agua y los desiertos también, si miramos atentamente, no son desastres naturales sino desastres hechos por el humano basados en juicios científicos.

SALUD
Mirando más detenidamente esta civilización moderna nuestra, si la encontramos insana deberemos deducir que el intelecto humano que la engendró también es insano. Fue la perversidad de la subjetividad humana la que dio lugar a nuestra caótica Edad moderna.
El humano es incapaz de ver la verdad porque sus ojos están vedados por la subjetividad, ahí radica la fuente de todos sus errores.
Un niño ve las cosas intuitivamente. Cuando la Naturaleza es observada sin discriminación intelectual, es entera y completa, es una unidad. En esta visión no discriminativa de la Creación, no existe motivo para la más ligera duda o insatisfacción. Un bebé está satisfecho y goza de paz mental sin tener que hacer nada al respecto.
El adulto separa mentalmente las cosas y las clasifica; ve cada elemento imperfecto y cargado de inconsistencia. Armado con sus dudas acerca de la "imperfecta" Naturaleza y escudado de su descontento, quiere poner orden para mejorar la Naturaleza y bautiza vanamente a los cambios que él ha puesto por obra, como "progreso" y "desarrollo". Pero este "progreso", que transita el niño hasta convertirse en adulto, no es nada más que una marcha hacia el aniquilamiento, lo cual se intuye fácilmente por la decadencia espiritual y la infelicidad de las personas que viven en las ciudades.

Un chico que se revuelca en el barro crece sano. Ese muchacho aunque sea analfabeto, crece fuerte. Un chico criado en la ciudad, carece de coraje para saltar sobre el barro, crece con miedos, la sentencia de que "hay gérmenes en el suelo" demuestra más ignorancia que la ignorancia misma. La madre (leáse Ciencia) que hace gala de sus conocimiento (parcial) implanta en el niño (leáse Humano moderno) una imagen falsa de la Naturaleza. En el budismo, al conocimiento que produce una división entre si mismo y el objeto y coloca a ambos en oposición, se le denomina "conocimiento discriminativo" mientras que al conocimiento que liga al objeto consigo mismo como un todo unificado, se le llama "conocimiento no-discriminativo" y constituye la forma más elevada de la Sabiduría.

el total es mayor que la suma de las partes

un camino hacia la revolución es la agricultura natural…
 


Resúmen y adapataciones del libro:
La revolución de un rastrojo, una recapitulación: La Revolución de Dios, de la naturaleza y del hombre”



La vida humana es parte de la vida eterna.

Si no poseemos nada, el tiempo es ilimitado.


La naturaleza

dios

y el humano

son el mismo



No hay otro modo de volver al seno de la naturaleza que no sea volver a uno mismo, y el modo de hacer esto es no hacer nada (hacer despojado de causa, hacer sin pensar, como la música que fluye).

Reverdecer el desierto significa sembrar semillas en los corazones de la gente y crear un paraíso verde de paz en la Tierra


En la naturaleza nada es cuadrado

no hay causa y efecto

nacimiento, ni muerte

sólo hay transformación interminable

Cuando vaciamos nuestras mentes y nos encontramos con la Naturaleza; cada árbol y cada hoja de pasto se transforman en Dios. Aunque los árboles y el pasto no digan nada, las voces de los pájaros, los ojos de las ranas y las libélulas enseñarán al humano la verdad única, la mayor bondad, la belleza más sublime.





Bolitas de Vida . Nendo Dango

La Naturaleza siembra semillas, no planta árboles”

Sembrar semillas es dejar que la Naturaleza decida y elija los seres que vivirán. Hacer bolitas de arcillas con semillas dentro, es servir a la Naturaleza, sin labrar la tierra ni regar, porque la Naturaleza después decide qué hacer. Intervenimos sin interferir.

Ingredientes:
  • ARCILLA: Puede ser arcilla pura (roja, amarrilla, gris, blanca) o Tierra con propiedades arcillosas. No se tiene que desarmar al secarse ni al volver a mojarse, tiene que ser elástica para poder amasarla.
  • SEMILLAS: Mezcla de distintas semillas. Por ejemplo:
de árboles forestales, frutales, cereales,
legumbres, verduras, trébol para un huerto o
alfalfa para lugares áridos (fijan nitrógeno).
  • FIBRAS (opcional): Tienen la capacidad de absorber humedad. Por ejemplo fibra de coco, lana de oveja, cáñamo, pelos, algodón. Una buena medida es de 2cm de largo.
  • AGUA
¿Por qué bolitas?
Las bolitas contienen las semillas en su interior, cuando la bolita se seca, espera el agua, el lugar y
el clima favorable, para poder germinar espera
que se presente la lluvia, si hay humedad suficiente larga el brote y luego sus raíces. Las semillas quedan protegidas dentro de las bolitas, siendo invisibles para los pájaros y otros animales comedores de semillas.

Receta:
proporción
1 vaso de semillas
40 vasos de arcilla
Se mezclan los ingredientes, los diferentes tipos de semillas con la arcilla. Se agrega agua y se amasa como haciendo pan (si es necesario se puede agregar mas arcilla). Se golpea la masa para que salga el aire, se le transmite buena energía. Una vez lograda una masa uniforme, se arman las bolitas sacando pedacitos pequeños con la yema de los dedos. El tamaño de la bolita varía según el tamaño de la semilla (suelen ser de 1cm a 3cm). Las bolitas tienen que estar lisas, sin grietas y si se llegan a ver las semillas las tapamos con arcilla. También se puede hacer como un chorizo que después se corta en rebanadas.

Una vez hechas las bolitas, se ponen al Sol a secar. Cuando están listas (se aclara el color), sólo hay que arrojarlas, soltarlas, tirarlas, lanzarlas al lugar donde reverdecer (huerto, campo, desierto, corazón)

Luego de sembrar hay que cortar el pastizal y ponerlo sobre el suelo que sembramos (cobertura para las bolitas, mulching).
Las bolitas se siembran convenientemente antes de la estación de lluvias. Ellas aumentan la humedad y bajan temperatura del suelo, facilitando la germinación.

  • Datos útiles:
Si queremos que no crezcan gramíneas o plantas anuales poner semillas de: rúcula, arveja, centeno.
Tener la Luna presente: menguante la energía va hacia las raíces, creciente hacia el tallo y la flor.
Es bueno sembrar cereales de invierno, como la Avena y el Centeno, inhiben los yuyos al ser alelopáticas y producen cobertura para sembrar otras en la siguiente época.
Las leguminosas como el trébol y la alfalfa fijan nitrógeno en el suelo.

Agradecemos infinitamente a Masanobu Fukuoka, quien al observar la Naturaleza creó este método de cultivo natural. Cosechaba 8.000 kilos de arroz por hectárea, sin agroquímicos, sin maquinaria, ni mayores esfuerzos, uno de los mayores rendimientos de Japón.
 

Muchas pequeñas personas, en muchos pequeños lugares, haciendo muchas pequeñas cosas, podemos cambiar la faz de la Tierra