Herramientas Huerteras

Fabricación Artesanal de Herramientas con material Reciclado
aplicadas a la Agricultura



Lo importante de la Laya como herramienta Hortícola es que al no dar vuelta la tierra, no se produce un cambio brusco para la actividad microbiótica de la misma, haciendo que el horizonte mas cercano a la superficie no detenga su incremento de fertilidad, lo cual es fundamental para el cultivo orgánico. Otra ventaja del layado es que sus dientes no rompen las raices de las plantas, entonces la actividad de las bacterias (de la rizosfera) pueden seguir procesando el nitrógeno que luego le intercambian al vegetal para su crecimiento.
A nivel corporal tiene beneficios muy notorios comparados con otros tipo de herramientas. La posición de trabajo es saludable, ya que no se tiene que torcer la columna vertebral debido a su alto mango y a la penetración vertical en la tierra. Tampoco hay que ejercer mucha fuerza de brazos, porque a diferencia de la pala o asada, no hay que mover ni cargar tierra, solo penetrar los dientes para airearla y beneficiar asi el mejor enrraizamiento de las plantas. Tambien el peso de la herramienta y su diseño hacen que uno se pueda parar  encima de ella y le sume el peso del cuerpo humano, haciendo que entre en la tierra con mucha facilidad y de una manera entretenida, inspirando a trabajar la tierra haciendo ejercicio sano.
Los dientes de la herramienta suelen construirse entre 20 y 35 cm de largo, que por lo general son las extensiones de la raices de la mayoría de las plantas de huerta. El diametro del diente se recomienda que sea de 1cm de espesor cómo mínimo. Cada diseño de herramienta puede que variar para el tipo de cultivo y tierra en la que se implementará.



Cómo usar la Laya o Horquilla:
Es conveniente testear la humedad del suelo antes de empezar el layado. Si vemos que el mismo esta húmedo podemos empezar a trabajar, de lo contrario si nos encontramos con un suelo seco y duro - y está dentro de nuestras posibilidades - es conveniente humedecerlo la noche anterior para facilitar nuestro trabajo. El Layado se realiza apoyando la laya con una pequeña inclinación hacia nosotros manteniendo las manos sobre el mango, los hombros relajados y los codos pegados al cuerpo (la altura del mango no nos debe quedar más arriba de la boca del estomago ni más abajo del ombligo), luego al apoyar el pié sobre el sector de dientes ejercemos una leve presión hacia abajo y movemos la laya hacia adelante y hacia atrás manteniendo nuestra espalda derecha. Al dar un pequeño paso hacia atrás, desenterramos la laya y volvemos a repetir la operación dejando una distancia de entre 5 y 10cm entre layados.
Cabe destacar que la mejor forma de trabajar nuestro bancal será haciendo un 1º layado en el sentido del camellón para luego repetir un 2º layado de manera horizontal al primero y un 3º oblicuo, evitando pisar el camellón. Ver esquemas. Fuente: Ingenieros Mario Clozza y Ernesto Giardina de la Huerta Orgánica Experimental de la Facultad de Agronomía (FAUBA).



Huerta 1 Huerta 2 Layado


¿Por qué hacernos nuestras propias herramientas?
Hacemos nuestras propias herramientas para adaptarlas a las necesidades y cualidades de cada territorio, incluyendo en ellos la forma de trabajar y el tipo de suelo, plantas y clima. También es una forma de expandirnos en otros oficios (como la herrería o la carpintería) y poder reciclar materiales que estan en desuso, como cañerias antiguas de metal (para hacer los mangos), rejas (para hacer los dientes) e incrementar el potencial creativo para que cada familia se realice sus herramientas aplicadas a sus vivencias y formas de trabajar. Generando asi autonomía y dignidad, transformando algo inútil o convertido en basura, en una herramienta para producir alimentos.
También es un aporte al paradigma que imponen las grandes empresas mineras, exportando inmensas cantidades de metales de lugares muy lejanos a otros (gastando recursos no renovables como el petróleo), y en su transcurso de explotación generan grandes desastres ambientales favoreciendo así a la contaminación y al desempleo de muchos habitantes. Para que luego una persona quiera hacer cultivos orgánicos para no contaminar con venenos la tierra, pero a su vez se compra una pala con metales extraídos de la otra punta del continente y fabricados de forma industrialmente danina al medio ambiente. 
Por eso mostramos esta alternativa de producción casera de herramientas, teniendo la investigación y experiencia que son mas efectivas, saludables, bellas y rendidoras que las que hace la industria.








Herramientas para Niñxs



 Destruir una Reja y transformarla en Laya Doble
reja antigua
 cañeria metálica inutilizada
 marcar la medida de los dientes sobre la reja 
(25cm aprox y a gusto)
 cortar los barrotes a 45°
 nos conviene cortar con angulo directamente
asi nos ahorramos el trabajo de debastar
 separar el modulo de dientes que vamos a usar
 emprolijar los cortes
cuanto más ángulo, mejor entra en la tierra
si el metal esta oxidado es bueno limpiarlo para que dure más
el módulo de dientes tiene que estar unido a un hierro en L
éste tiene que ser de buen espesor
luego le soldaremos los caños para el mango
 
debastar la forma de los dientes asi calza todo el modulo a presión
 cuando ya calzo, soldar las uniones de los dientes al modulo
 y luego soldar bien todo el modulo de dientes al hierro en L
 hacer costuras fuertes, se recomienda usar la soldadora al máximo
 piquetear bien las soldaduras y si es necesario rellenar con mas material de aporte
 los refuerzos los hicimos con los mismos firuletes de la reja
es bueno triangular el mango con el hierro en L
ya que hacen mucha palanca
¡mucho más bello y útil que una reja!
  ...ahora a layar...
...y a difundir...





Historia de la Laya - Arado Inca (Taklla)



La labor más básica de la labranza consiste en romper la costra de tierra. El instrumento más primitivo para hacerlo es la laya, en esencia una especie de punzón que se hunde en la tierra aprovechando el peso del cuerpo humano y una vez clavado se remueve en el suelo de un lado para otro con el fin de desmenuzar la superficie de la tierra permitiendo al aire y el agua penetrar mucho mas profundo en el suelo. 

La primer foto pertenece a la “Nueva crónica y buen gobierno” de Felipe Guamán Poma de Ayala un cronista indio que recoge las costumbres de los Incas peruanos en tiempos del descubrimiento (1615) utilizando una laya (arado inca), en una fotografía de fecha incierta, pero que probablemente sea posterior a 1920 vemos una fila de campesinos vizcaínos, que salvo en la indumentaria y la forma de las layas, en poco diferencia su trabajo del que realizaban los incas trescientos años antes.
 La laya es el instrumento por que durante siglos ha definido por excelencia al labrado por eso no es de extrañar que nos encontremos estatuas de San Isidro, patrono de los labradores en las que aparece apoyado en una laya.
 
 Observarán que mientras los incas trabajan con una sola laya los vascos utilizan dos, una en cada mano, todo depende de la resistencia que el suelo oponga a la herramienta.
En tierra blanda basta dejar caer la laya con fuerza en el terreno para que se hunda lo suficiente, pero en tierras más duras es necesario apoyar todo el peso del cuerpo en la laya e incluso apoyar el pie sobre la herramienta como hacer a los incas y en la foto de los campesinos vascos,  hace la mujer situada más a la izquierda.

 Una primera evolución de las layas es la horca, una especie de gran tenedor que al igual que las layas tiene una especie de estribo para apoyar el pié, por si es necesario cargar todo el peso del cuerpo a la hora de clavar el instrumento en el suelo.


El funcionamiento de éstas es crear grietas en la tierra suelta que faciliten le penetración de la humedad y del aire a más profundidad, con el fin de ampliar el volumen de tierra que puede sustentar vida bacteriana. Con ello, si además proporcionamos biomasa abundante, aumentaremos tremendamente la fertilidad del terreno, pues muchas más bacterias y hongos podrán actuar sobre la biomasa liberando las sales minerales que precisan las plantas.








Con este arado se cultivaron las terrazas de Machu Pichu y todos los valles sagrados del Tawantisuyu. Quienquiera que haya apoyado su peso sobre este arado de pie y mano habrá disfrutado de la sabiduría de esta hermosa gente, destacadísima en la historia de la Agricultura.
 

1. Llevé la chícora a una herrería para que se le hicieran dos cortes y darle así forma de lanza. Luego pedí que la afilaran con el esmeril .
2. Corté una sección de unos 32cm del mango de la chícora, hice cortes para ensamblar las dos partes a noventa grados, haciendo esto último por medio de un tornillo, tuerca y arandelas. Luego clave un pie de amigo.
3. Coloqué un travesaño resistente apoyado del borde superior de la chícora y fijo con tornillo y tuerca, ajustándolo de manera que se mantenga en su posición .
4. Puede adicionarse un mango para ayudar en la ultima etapa del movimiento.
  La taklla es usada en combinación con otra herramienta similar o igual a la usada para arrancar papa , con la cual se desmenuzan o voltean los terrones arrancados por la taklla, conformándose de esta manera equipos de dos personas. Esto ofrece la oportunidad del trabajo en equipo dentro de la familia, tan querido por lo pueblos indígenas y tan raro hoy entre nosotros

Trabajar con la Taklla es una saludable faena, que nos ahorra los golpes infligidos por el pico o la chícora, los cuales son parcialmente absorbidos por el cuerpo. Eso sí, debe usarse en terreno bien suavizado por la lluvia.  
Es un arado ecológicamente incuestionable y rendidor.